Estuve leyendo el libro de Julia Cameron “El arte de escuchar”. Esta entrega no viene a recomendarlo, porque sí, está bueno, pero creo que lo más importante del libro podría resumirse en un mail de un par de carillas (creo que su libro más potente, por lo que vengo viendo es el inicial de esa saga: “El camino del artista”). Entonces, vuelvo, no vengo a recomendarlo explícitamente sino a servirme de él y de algunas citas de la autora, para pensar en la crianza respetuosa y en la importancia del vínculo que forjamos con nuestros hijes. Todo lo que leerás a partir de ahora, aplica con hijes o con cualquier niñe / adolescente con quien nos vinculemos en algún momento de nuestras vidas.
Julita nos pide que “prestemos atención a los demás, que atendamos a lo que en realidad están expresando, que asimilemos sus palabras y sus intenciones (...) que percibamos la emoción, el tono y la entonación de lo que se está expresando. (...) El tono transmite tanta información como las palabras en sí; la interpretación es cosa nuestra.”
De esto hablo mucho en mis talleres de crianza y en las consultas con familias. Tanto una palabra de amor como un límite o algo en lo que queramos llamar la atención, cambia rotundamente dependiendo del tono que usemos y yo agrego también, de nuestros gestos y lenguaje corporal. No será lo mismo dirigirnos a un niñe desde las alturas cual increíble Hulk, que desde lo bajo, a su altura, o sentadxs al lado. La perspectiva desde la cual nos miran y les miramos, es clave en todos los sentidos. “Escuchamos con todo nuestro cuerpo, y mantener una actitud de apertura física dice mucho. Con una actitud alerta, seria y empática, le damos a entender: “me importas”.”
“Nuestra escucha atenta abre las puertas a la verdadera intimidad. Nos lleva a cuestionar, no en tono combativo, sino con verdadero interés. Deseamos saber, saber de verdad, lo que siente la otra persona. Dicha atención resulta halagadora y propicia la auténtica comunicación. A su vez, nuestra atención genera atención. El arte de escuchar puede ser contagioso. Cuando escuchamos realmente a otra persona, esta puede seguir nuestro ejemplo y escucharnos de verdad. En un ambiente de escucha tan atenta, encontramos que las revelaciones son cada vez más sinceras e íntimas.”
Pensemos en nuestres hijes volviendo del jardín, del cole, de la secundaria. Y ese interrogatorio que hacemos casi sin darnos cuenta para saber CÓMO LES FUE. Una frase tan potente pero tan amplia y general a la vez. Si cambiamos el eje, si apuntamos a algo más específico, si nos interesamos en los detalles, probablemente la recepción de nuestra pregunta va a ser otra, así como la forma de responder a ella. Con quién se sentó, a qué jugó en el recreo, qué se compró en el kiosco, si cantaron en música la canción que tanto le gusta, si la maestra les enseñó algo nuevo, si hay algún plan adolescente el fin de semana, si se avecina algún cumple, etc, etc, etc. Lo que queremos es que nuestres hijes se comuniquen con nosotres, no que hablen por hablar. Para eso, deben sentir nuestro interés genuino, y no un soliloquio monocorde aburrido que indague siempre lo mismo casi sin pensar. “Al escuchar con el corazón, practicamos la empatía, el ingrediente secreto de la verdadera comprensión.”
Hacia dónde dirigimos nuestra atención, se nota. Ellxs, lo notan también. Así, de a poquito, con paciencia y constancia nos iremos encontrando con charlas más sinceras, con preguntas que van y vienen (por que sí, vos también tendrás que contarle cómo fue tu día si pretendes comunicación sincera), y con un vínculo que se afianza cada vez.
“El arte de escuchar es activo, no pasivo. Estamos alerta, receptivos, listos. Le seguimos el juego, pero no llevamos la voz cantante, sino que practicamos el arte de escuchar atendiendo.”
Así, desde la primera infancia, nos contagiaremos de ellxs. Repreguntaremos todo lo que sintamos necesario, curiosear es un arte que se aprende, y nuestres hijes son un ideal a seguir. Las preguntas y las respuestas nunca se les terminan. La curiosidad engendra más curiosidad, y el arte de sorprendernos alimenta el espíritu y promueve la felicidad. Queda medio hippie de autoayuda pero te juro que funciona. “No cabe duda de que aprendemos para escuchar y escuchamos para aprender.”
“La escucha es el preludio de la intervención. Cuando escuchamos atentamente, nuestros pensamientos adquieren claridad y viveza.”
El arte de escuchar es un poco el arte que me sustenta. Ser psicólogx es un poco aprender cada día a escuchar más allá. En general, les consultantes dicen mucho, pero escuchar eso que no dicen, eso que quisieron decir pero enunciaron de otro modo, eso que ni siquiera saben que saben, pero lo están diciendo aunque no lo escuchen, ESO, se aprende en la práctica. Si no escucho eso que queda por debajo de lo dicho, no puedo intervenir ni preguntar nada. Con las infancias y adolescencias pasa lo mismo. Para ayudarles a pensar o para acompañarles en una situación que les preocupa o entristece, deberemos escucharles pero también mirarles. Si acaso existe esa intuición, ese sexto sentido, dejarnos guiar por él, dejarnos llevar, y confiar en que les estamos acompañando del mejor modo posible. Y si no nos sale, lo mejor será preguntarles cómo quisieran que les acompañemos. Recuerden que esta respuesta, necesariamente irá cambiando con la edad, porque así también lo hacen sus deseos y necesidades.
Pero no olvidemos: “Utilizar la herramienta de la escucha con los demás no significa que dejemos de escucharnos a nosotros mismos.” Ah dejo lo más picante para lo último o qué? Eso es para otro Newsletter, qué dicen?
Ser escuchado es tan parecido a ser amado que a la mayoría de las personas le resulta indistinguible. David W. Augsburger.
BONUS TRACK: Si sos profesional del área social, de salud, educación o trabajás con infancias y/o familias, te invito a que chusmees el Taller de formación profesional Psicofemi que daré esté SÁBADO 25/5 a las 10.15hs por zoom, sobre “Acompañamiento a familias en crianza respetuosa y feminista” porque seguuuuro te va a interesar!! Se envía grabado luego para que lo puedas ver por dos semanas, y brindamos certificado de asistencia.